El tejido comunitario
Ultimamente estoy maravillada cómo las piezas del rompecabezas vital se van complementando y haciendo sentido con el transcurso del tiempo, muchas veces a lo largo de décadas.
Seguro muchos conocen esa sensación. Ese momento del darse cuenta que a pesar de adversidades externas, enemigos internos, dudas y cambios de rumbo uno ha llegado exactamente en el lugar en el cual un aspecto de un sueño se esta concretando - aunque de exactamente otra forma como inicialmente imaginada.**
Creo que ocurre a partir de entregarse a las situaciónes. De sostener la semilla de esperanza, a pesar de todo. A través de dolores, perdidas, crisis, traiciones. A través de noches oscuras, de desconcierto, desorientación y soledad.
Una tarea en la cual estar en contacto con una comunidad de almas afines es un salvavidas.
Hay cosas que no podemos hacer solas/os. Nos necesitamos.
He tardado mucho tiempo en comprender la magnitud de este fenómeno.
He caminado sola mucho tiempo y solo muy muy lentamente he comenzado a las multiples y maravillosas formas como la presencia de almas afines favorece el cultivo de paciencia, temple y auto-amor.
Como una comunidad es una especie de doula que ayuda a que comprensiones cada vez mas profundas de nuestra naturaleza humana salgan a la luz.
Una comunidad es un tela araña sutil, flexible, complejo, con pulso propio. Siempre expuesto al deshilachamiento. Siempre necesitado de delicadeza, amor y mucha dedicación para ser reparado y mantenido con vida.
Algo que, aunque no lo tengamos tan presente, sucede cada vez que nos encontramos reunidos a bailar con la intención de sanar, crecer y evolucionar,
Un tejido que nos permite llevar a la luz lo mejor de nosotros. Somos tejedores de luz y sentido.
Algo que el mundo necesita con urgencia.
A continuación algunas propuestas para participar en esa delicada y apasionante tarea. Online, presencial, de beneficencia, una serie, un retiro en la naturaleza.... ¡hay para todos los gustos !
espero verte en alguna de ellas,
Carmen